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Documentació

Foster homenajeará a Benjamin

Article publicat a ”La Vanguardia” el 15/08/2002 per Jordi Joan Baños

Norman Foster volverá a trabajar en Cataluña al haber aceptado el reto de convertir las ruinosas Casas Consistoriales de Portbou en sede de la Fundación Walter Benjamin. El célebre arquitecto inglés anunció ayer su decisión tras visitar el conmovedor monumento a Benjamin que hay en esta localidad de la mano de su autor, el israelí Dani Karavan, e incluso antes de ver por completo el edificio sobre el que tendrá que trabajar.

La Generalitat pretende convertir el futuro centro de estudios fronterizos y migratorios Walter Benjamin en la parte viva de un proyecto complementado por el Museu de l'Exili de La Jonquera, cuya inauguración está prevista para el 2003 -dependiente del Museu d'Història de Catalunya-, y confía en que el carácter transfonterizo de ambas iniciativas las hará merecedoras de las necesarias subvenciones de la Unión Europea. Por su parte, el alcalde de Portbou, Manuel Flores, espera que el edificio de Foster -arquitecto de la rehabilitación del Reichstag alemán- "aumente las perspectivas turísticas" de la localidad.

Un Norman Foster relajado comenzó la rueda de prensa, en uno de los dos pabellones del edificio, bajo el impacto de "Passagen", el monumento obra de Karavan. "Ha sido una experiencia muy emocionante, que supera lo que había leído sobre ella", declaró. A continuación lanzó la frase esperada: "Será un placer trabajar en este edificio, en un proyecto que trata del pasado y a la vez de temas contemporáneos". Aunque todavía no ha empezado a trabajar en el proyecto, avanzó que la rehabilitación "no será un pastiche", que buscará "recuperar su origen" y que "el mobiliario tendrá alguna relación con Benjamin".

El edificio afectado, de más de 1.500 metros cuadrados, fue proyectado como escuela en 1909, por lo que presenta rasgos modernistas. A esta función se le añadió posteriormente la de casa consistorial, hasta que el inmueble fue abandonado en los años setenta tras la construcción de un nuevo ayuntamiento. Desde entonces, el deterioro ha sido imparable y, a pesar de ser uno de los escasos edificios notables del pueblo, parecía condenado al derribo. Aun así, desde hace una docena de años se barajaba su uso como sede de una fundación en memoria de Benjamin. Desde hace años figura en algunos mapas de la localidad como tal sede, aunque en realidad dicha fundación nunca ha tenido existencia física. Durante diez años fueron alemanes, y desde Alemania, los que revitalizaron la memoria de Benjamin en Portbou y sacaron adelante corriendo con gran parte de los gastos- el memorial de Karavan y la conferencia internacional que se celebró hace dos años en Barcelona.

Fue en dichas jornadas donde se dio el espaldarazo a la rehabilitación de la antigua Casa de la Vila. No obstante, en palabras del concejal Eduard Rodríguez, tras un año y medio de inactividad decepcionante, el Ayuntamiento de Portbou decidió retomar las riendas y, desde enero, buscar otros interlocutores para relanzar el proyecto. Los ha encontrado en el propio Karavan, en la Generalitat y en la Fundación Baruch Spinoza de Barcelona. Rodríguez considera muy importante el papel de Karavan a la hora de lograr la implicación de su amigo Foster en el proyecto, cosa que "hará más sencillo" lograr unos fondos de los que el Ayuntamiento no dispone.

La valoración municipal estima en 1,2 millones de euros el coste mínimo de la rehabilitación, muy lejos de las cifras que maneja el macroestudio de Norman Foster, autor de proyectos multimillonarios como el aeropuerto de Hong Kong o la sede del Commerzbank en Francfort. En Londres, ha concluido, en el último año, el Ayuntamiento, un patio cubierto en el British Museum (con un coste de 100 millones de libras) y el puente del Milenio. Pero su estudio no desdeña obras de otra naturaleza, como el metro de Bilbao, o de una escala menor, como la Torre de Collserola o el Palacio de Congresos de Valencia. Foster -premio Pritzker- realiza un edificio para Repsol en Madrid y visitó Portbou junto a su pareja, la doctora Elena Ochoa.

Walter Benjamin ha sido el huésped más fugaz y a la vez más imperecedero de Portbou. Emblema de la escuela de Francfort y uno de los teóricos de la cultura más brillantes del siglo XX, es un símbolo de las víctimas del fascismo. Murió en 1940 en la fonda de França de Portbou actualmente cerrada-, pocos días después de cruzar la frontera penosamente, a pie, huyendo del nazismo y con la esperanza de embarcarse hacia EE.UU. en Lisboa. La causa de su fallecimiento no ha sido esclarecida, aunque la hipótesis con más predicamento es que, tras la visita de la policía franquista, el intelectual judío se suicidó con morfina para evitar su retorno forzado a la Francia ocupada. El acta de defunción sólo señala una hemorragia cerebral, mientras que algunos sostienen que fue asesinado por los agentes para robarle sus pertenencias. Tras cinco años en un nicho de Portbou, su cuerpo pasó a la fosa común por falta de pago.

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