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Documentació

La lengua limpia de Monzó

Article publicat a “La Vanguardia” el 30/09/2005 per Rosa Maria Piñol

Quim Monzó ha demostrado siempre una especial preocupación por depurar la lengua literaria, por presentar sus obras con un envoltorio estilístico lo más cuidado posible. Este afán permanente por conseguir el modelo de lengua idóneo le llevó, hace seis años, a reeditar todos sus cuentos tras someterlos a una severa revisión estilística (Vuitanta-sis contes,Quaderns Crema). Una operación que ha realizado también con sus novelas Benzina y La magnitud de la tragèdia,que ahora vuelve a publicar, "limpias" y actualizadas (hay que recordar que el autor se avergüenza de su novela inicial, L´udol del griso al caire de les clavegueres,pese a que le valió el Bertrana). Como ya dejó claro al reeditar sus relatos, ayer el autor insistió, al presentar las remozadas novelas en la sede de Quaderns Crema, en el derecho de cualquier escritor a adecentar o corregir sus textos antiguos. "Tan válida y digna es la opción de rehacer un libro para dejarlo fijado, como la de decidir no retocar un texto de juventud", dijo Monzó. En el caso de La magnitud de la tragèdia (publicada en 1989), los retoques realizados han sido "mínimos". En cambio, Benzina explicó-. Ahora, tras mi experiencia de bastantes años colaborando en medios de comunicación, me he dado cuenta de que el catalán que entonces utilizaba en mis libros era heredero de la lengua de mediados del siglo XX, un postnoucentisme en el que se daba más valor a una palabra rebuscada o artificiosa, pero alejada del catalán hablado en la calle. A principios de los noventa inicié la tarea de limpiar mis obras de todas estas expresiones afectadas y presentarlas con un modelo de lengua más próximo al del usuario actual". En el caso de Benzina, el escritor ha cambiado también el relato en pasado de la primera versión (en la que usaba el perfecto simple como tiempo verbal) a la narración en presente. "Creo que el presente es más adecuado con el sentido circular, de cosa soñada, que tiene el argumento", justificó. Según Javier Cercas, traductor al castellano de los cuentos de Monzó y ayer presentador de esta reedición, si el autor de El perquè de tot plegat ocupa un lugar central en la literatura catalana "es por su esfuerzo descomunal de modernización lingüística y también temática". Una aportación por la que "los escritores que han venido después de él, y también muchos de los autores en castellano - yo entre ellos- tenemos una deuda enorme con su trabajo, que es en todos los sentidos un ejemplo de rigor y disciplina". Según el autor de La velocidad de la luz,es un tópico decir que las novelas de Monzó no están a la altura de sus cuentos. "Se dice que son cuentos alargados. Quizá. Pero también lo son algunas novelas de Kafka, Buzzatti, Handke o Perutz", arguyó. Tanto Benzina (sobre la crisis creativa de un pintor) como La magnitud... (el trágico priapismo de un trompetista) son, en su opinión, "ejercicios de estilo prodigiosos, tragicomedias desoladamente humorísticas o hilarantemente trágicas, que podrían haber sido inventadas por Kafka e interpretadas por los hermanos Marx o Buster Keaton, este último en el caso de Benzina".Cercas, profundo conocedor de la obra de Monzó por haber traducido casi todos sus relatos, confiesa que, si le forzaran a elegir un solo libro del escritor, no dudaría en escoger Benzina.

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