15è. aniversari (1999 - 2014)
 
 

Documentació

Castillo novela en un thriller sentimental la evolución de los libertarios de los setenta

Article publicat a “La Vanguardia” el 28/02/2002 per Rosa Maria Piñol

En El cel de l'infern, su debut como novelista, David Castillo (Barcelona, 1961) trazaba un duro retrato de los jóvenes libertarios de los setenta vencidos por la droga. Era una historia de perdedores protagonizada por Dani Cajal, un ácrata heterodoxo entre desengañado e ingenuo. El escritor y periodista -que fue galardonado con el premio Crexells por aquel relato- ha retomado ahora el mismo personaje, pero veinte años mayor, en la novela No miris enrera, que ha publicado Proa.

Calificada por el autor de thriller sentimental, la obra (último premio Sant Jordi) está situada en la Barcelona del cambio de siglo, aunque la acción se prolonga también hacia Marruecos y Brasil. Investigando la muerte de un amigo en la prisión de Zaragoza, Dani Cajal reencontrará a los antiguos compañeros de lucha política, pero "es el tiempo de la indiferencia" y algunos de los que fueron más revolucionarios "se han convertido en los más fervientes defensores de las desigualdades, del capitalismo a ultranza".

"Los que venimos de la izquierda tenemos idealizada la revolución, el antifranquismo, la época de la transición democrática. Pero llega un momento en que te das cuenta de que cualquier tiempo pasado no fue mejor -dice Castillo-. Mi personaje viaja al pasado y comprueba que sus antiguos compañeros están destruidos o corrompidos, tienen el dinero como única ideología y viven en los límites de la delincuencia."

Contra la nostalgia

Por su parte, Cajal, casi cincuentón y con barriga, se ha refugiado en la cultura porque "anarquista es sinónimo de artista" y trabaja -como el autor- combinando la literatura y el periodismo. Al mismo tiempo, mantiene una conflictiva relación amorosa con la hija de un escritor del exilio republicano, inspirado en la figura de Ramón J. Sender. Castillo rinde homenaje al autor aragonés, tanto por la calidad de su obra como por su ideología, próxima al anarquismo situacionista (de hecho, una de las referencias constantes en el libro es Guy Debord, el autor de La sociedad del espectáculo y uno de los gurús del situacionismo). "Cuando era militante libertario leí Siete domingos rojos, una novela de acción de Sender que me impresionó -explica Castillo-. De hecho, muchas escenas de mi primera novela están inspiradas en ella. Pero también sus otras obras son impactantes. ‘Imán’, por ejemplo, es un fragmento del apocalipsis. Por otra parte, veo a Sender, como también a Juan Marsé, como un personaje muy accesible. Son grandes escritores pero que no van de intelectuales, podrían ser también el vecino de al lado."

Novela con trasfondo moral llena de referencias literarias y musicales (Jacques Brel, Léo Ferré, Burgess, Nabokov, Mailer, John Ashbery, Gracián...), No miris enrere quiere ser una visión antinostálgica y propone vivir el presente. "El título, que tomé de un reportaje sobre la primera gira de Bob Dylan por Inglaterra con el lema ‘Don't look back’, tiene este sentido de rechazo de la visión nostálgica del pasado."

Donde sí hay cierta nostalgia es en la evocación de los barrios barceloneses por los que se mueven los protagonistas de David Castillo: el Carmel, la Barceloneta, Poblenou... con cuya transformación urbanística el autor es siempre crítico, tanto en sus novelas como en su poesía.

Tornar