Documentació
David Castillo revisa las utopías libertarias de los 70 en Sin mirar atrás
A pesar del título, Sin mirar atrás, el protagonista de esta novela de David Castillo (Barcelona, 1961) se pasa la mayor parte de la acción revisitando el pasado. Es la historia de Dani Cajal, alguien que detesta la nostalgia, pero que después de la muerte de un viejo compañero de lucha se ve forzado a iniciar un viaje a veinte años atrás que le llevará desde Barcelona a Brasil pasando por Marruecos. El libro, publicado ahora por Anagrama en traducción de Luis Santana, obtuvo el premio Sant Jordi de novela en catalán. Antiguo libertario y ex revolucionario en la Nicaragua sandinista, el protagonista de la novela es uno de los cada vez menos viejos militantes libertarios de finales de los setenta: "Muchos cayeron en la heroína y murieron. Otros trabajan en bancos. Y la mayoría nos hemos quedado en negocios más extraños", afirma Castillo, poeta, novelista y responsable del suplemento de cultura del diario "Avui". "Escribir no tiene el punto de riesgo y excitación que tenía la acción directa, pero te hace ver que hay vida más allá de los cuarenta años", continúa. "Me he quedado como cronista de esa época para contarla, algo que tiene sus alicientes porque puedo hacerlo como quiero. Ya que no hicimos la revolución, por lo menos un poco de dignidad". Sin mirar atrás es la continuación de El cielo del infierno, en la que narró el final de esa era de utopías libertarias, del situacionismo y la contracultura. En esta segunda parte se trataba de ver qué se hizo de los protagonistas de aquel momento. A juicio del autor, Sin mirar atrás se puede leer como "una novela rosa, una novela policiaca, y como si fuera el testamento de Guy Debord".
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