15è. aniversari (1999 - 2014)
 
 

Documentació

El fan de la escritura

Article publicat a “El País” l’11/09/10 per Catalina Serra

Jordi Sierra i Fabra, con casi cuatrocientos libros a sus espaldas, prepara ya sus memorias literarias

EL PASILLO POR el que se accede al estudio de Jordi Sierra i Fabra, en un espacioso piso de la zona alta de Barcelona, está forrado de armarios amarillos. Los tres con puertas de cristal atesoran un ejemplar de todas las ediciones que se han hecho de sus libros. El que se pondrá a escribir en breve será el número 400, y de algunos hay 62 ediciones. Ya no le caben, claro. En los empotrados guarda, perfectamente ordenada, la mitad de su impresionante colección de vinilos. El resto, unos 15.000 discos, está en las estanterías del despacho. Hace ya treinta años que no se dedica al periodismo musical, pero su estudio de Barcelona —tiene otro en el pueblo de Vallirana en el que pasa los veranos escribiendo sin parar— está atiborrado de recuerdos, libros y fotografías de aquella época en la que aparece entrevistando a Demis Roussos, Leonard Cohen, Frank Zappa, Serrat… No es nostalgia, dice, ha sido y es un gran fan de la música que se pone, variando el estilo en función del libro que tiene entre manos, en el tocadiscos que tiene flanqueando el escritorio, pero sobre todo es y ha sido un gran fan de la escritura. Lo demuestra sacando tres libritos hechos a mano que escribió a los 10 años. “Lo curioso es que tienen el mismo estilo que ahora: frases cortas, diálogos rápidos”, explica. “Hay dos tipos de escritores, los que escriben historias y los que las explican. Yo soy de los últimos, me encanta explicarlas. Soy un cuentacuentos”.

En el estudio, con mullida moqueta y un escritorio antiguo y compacto, abundan las referencias a los Beatles —“con ellos descubrí la música”— entre decenas de gadgets y recuerdos de todo tipo. Pero sabe dónde está cada cosa. Este barcelonés de 63 años que ayer recibió el premio IBBY-ASAHI de promoción a la lectura por la fundación que tiene en Medellín es ordenado hasta el delirio. Tiene anotado el día y el lugar en el que tuvo una idea, las fechas en las que elaboró el guión, los días que tardó en escribirlo. “Me gusta pensar el libro fuera, en alguna isla. Cuando viajo hago el guión, que es el caldo magi del libro, y después lo escribo en el estudio”. Y enseña, perfectamente clasificado, el guión y las anotaciones de la segunda entrega de las aventuras de la joven detective Berta Mir, que ya ha acabado, aunque la primera (El caso del falso accidente) se publica este mes en Siruela. En los próximos meses publicará otros libros y ya tiene previsto que en 2011, el año en que superará los diez millones de ejemplares vendidos, escribirá sus memorias literarias. No le faltará material.

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