15è. aniversari (1999 - 2014)
 
 

Documentació

El mito Casasses

Article publicat a “La Vanguardia” el 19/02 /03 per Manuel Guerrero

Hasta hace poco más de diez años Enric Casasses (Barcelona, 1951) era prácticamente un desconocido en las letras catalanas. Había publicado, tan sólo, en una edición limitada, unos poemas en prosa, La bragueta encallada (1973), y una bella edición manuscrita e ilustrada por el propio autor, en la revista minoritaria menorquina "Druïda", de un largo poema en verso, verdadero viaje verbal y alucinante, titulado La cosa aquella (1982). Fue a partir de la segunda edición del poema La cosa aquella, publicada por Empúries en 1991, con un lúcido prólogo de Julià Guillamon, “La Gran Via de les altures”, cuando Casasses empieza a ser reconocido y mitificado entre un núcleo reducido de incondicionales, amigos y lectores, que con los años se ha ido ampliando geométricamente. El mismo 1991, en el encuentro “Escriptura i combinatòria” celebrado en Reus con motivo de la presentación de la exposición “Literatures submergides”, Mingus B. Formentor, que había coincidido con Casasses en las clases de matemáticas de Gabriel Ferrater, recordaba la “poética vital” del autor de La cosa aquella, entre la cultura popular, la cultura underground y la contracultura, como una mezcla de populismo, psicodelia y romanticismo. El caso es que, en pocos años, Enric Casasses ha ganado los más prestigiosos premios de poesía: Calç (1996, premio Carles Riba), D'equivocar-se així (1997, premio Ausiàs March) o Plaça Raspall (1998, premio Joan Alcover). Y, lo que es más importante, ha ido dando a conocer una obra poética extraordinaria e inclasificable que lo ha convertido en uno de los referentes ineludibles de las nuevas generaciones. Libro a libro, Casasses ha demostrado poseer un dominio único de la forma poética y de la lengua catalana, así como un conocimiento envidiable de la tradición literaria. En su obra emerge un mundo personal singular, tierno y canalla al mismo tiempo, repleto de vivencias profundas y extremas, que se complementa con una imaginación desbordante y sorprendente. Que dormim?, su último libro publicado, incluye un largo poema excepcional, en prosa recortada, titulado “Cant 27” y subtitulado “Jo també hi era”. Fechado por el autor entre abril y junio de 1994, el “Cant 27” fue escrito después de La cosa aquella y es el antecedente directo de Uh (1997), “poema d'alta velocitat de 9072 versos inèpics”, uno de los poemas más radicales de la lírica catalana de todos los tiempos. Que dormim? es un libro de contenido mayormente autobiográfico en el que, por primera vez, Casasses reflexiona sobre su obra, desvela los inicios de su escritura y los orígenes de su interés por la lengua catalana genuina aprendida, principalmente, en el pueblo gerundense de l'Escala de labios de su familia materna. “Els parlars escalencs / m'eixamplen les fronteres de l'idioma fins a uns calls / i unes contrades extremes que no he vist mai més / i que només lamento no haver tingut / a nou anys la presència d'esperit / i el coneixement necessaris per / a esgrafiar-m'ho tot més fondament / a l'espinada”. El “Cant 27” es un poema sobre la transmisión de la palabra, sobre la vida y la muerte de las palabras, sobre la pérdida de la capacidad creativa de la lengua, en una sociedad adormecida y anestesiada. No es extraño que Casasses reivindique la lengua rica y expresiva de Víctor Català o de Mercè Rodoreda. O el espirítu combativo y visionario de Maragall, el autor del Elogi de la paraula. Para Casasses la poesía no se encuentra en la retórica literaria, sino en “la carn / humana que hi batega / que hi sent que hi pateix que hi tot / a dins”. La obra de Casasses no es una impostura ni un simulacro, sino una verdadera creación verbal fruto de un espíritu refinado, inconformista y libertario, heredero del verbo poderoso de autores como Salvat-Papasseit, Foix, Brossa, Vinyoli o Ferrater. Quizás sea la oralidad, la búsqueda de una lengua directa, simple y coloquial, ávida de vida, y rica en matices y juegos, la característica más remarcable de la poesía de Casasses. Asistir a una actuación de Enric Casasses, recitando en solitario o en compañía de Pascal Comelade al piano de juguete, es una experiencia única e irrepetible que reconciliará a los más escépticos con la poesía actual. Además de gran poeta, Casasses es un actor impresionante. No se pierdan la presencia de Casasses en el magnífico filme documental “Cravan vs. Cravan” de Isaki Lacuesta. ¿Se imaginan una película con Mayakovski, Schwitters o Artaud en acción? Para la cámara cinematográfica Casasses es un diamante en bruto. El mito Casasses no ha hecho más que empezar. Para los que creemos que, pese a todo, la lengua catalana sigue bien viva, al menos mientras existan escritores y poetas como Casasses, leer Que dormim? es una verdadera celebración.

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