Documentació
Luto en Andratx por Baltasar Porcel
Un recorrido por la villa natal del escritor, cuyas calles y personas pueblan sus obras. "Andratx era el mundo de su infancia con su tío contrabandista como mito"
Había un largo crespón prendido en la bandera a media asta de Andratx: un sol risueño rodeado de un mar azul o de un cielo claro sin nubes. El Ayuntamiento decretó ayer en un pleno extraordinario un día de luto (hoy) y tres con las banderas a media asta como muestra de dolor por la muerte del andritxol más famoso, nacido en una tierra hoy turística, pero que hasta los años sesenta permaneció aislada, con la población abocada a "hacer las Américas", a Batabanó y a Cienfuegos, la pesca de esponjas en el Caribe o al contrabando: Andratx, según la versión más aceptada, viene de antra, cuevas, tan propicias para el desembarco y el escondite de las partidas de tabaco que venían de Tánger.
El sábado se celebrará una despedida civil en el patio de Son Mas (el ayuntamiento) y después tendrá lugar el entierro en el pequeño cementerio, una ceremonia laica que el escritor quiso sencilla: lectura de poemas y canciones populares mallorquinas. La alcaldesa, Isabel Alemany, de UM, en coalición con el PSOE y el PSM, estudia ahora dedicarle una vía pública y erigirle un monumento. La única estatua junto a la del lulista del XVIII Raimundo Pasqual. Baltasar Porcel descansará en el nicho familiar, junto a los restos de su tío, Macià, en cuya lápida consta como "patrón de marina mercante": uno de los personajes más queridos y admirados por el escritor, que le sirvió de modelo en Els argonautes y El cor del senglar. Biel Thomas, de alias Talvio –en todos los pueblos mallorquines las familias heredan sus alias–, reconoció enseguida en El cor del senglar los rasgos de Macià Porcel, Juvera, mezclados con los del propio autor: "El Andratx de Baltasar, de Can Bolei, era el mundo mítico de su infancia y su tío, dedicado al contrabando, fue una figura que le influyó mucho. Era muy valiente y con una energía formidable. Tenía más de 90 años y aún iba a Cuba o se le veía por locales de moda". Biel Thomas, escritor y cocinero, mantuvo una gran complicidad con Porcel durante su infancia y juventud. "Nos conocimos en los curas de la Congregación Mariana y recuerdo que un día fuimos de excursión a Paguera: mientras todos los demás se pusieron a jugar al fútbol, él se quedó consultando con el cura un mapa que habían dejado tirado unos turistas. Allí vi ya al Ulises, al viajero que no se conforma con lo que tiene a su alrededor. Recuerdo que fue a Palma a estudiar Comercio, cómo se ganó su primer dinero trabajando en un balneario de Campos y, luego, su primer sueldo en la imprenta de Pere Serra, Atlante, donde entró a instancias de Villalonga. Escribía en el semanario Andratx y utilizaba varios seudónimos, Altares, Arelol u Odín. Un día, ya instalado en Barcelona, me escribió una carta, comunicándome "ahora ya por fin puedo ser considerado escritor'". Bernat Jofre de Son Esteve, que tiene un negocio de agroturismo, recuerda el papel que desempeñó su abuelo, alcalde republicano de Palma, exiliado en Caracas y jefe de traductores de la Unesco en Ginebra, con el joven Porcel. "Le presentó a Josep Pla y le ayudó cuanto pudo. Más tarde entendió que la democracia pasaba por la monarquía y Porcel contactó con Estoril".Jofre destaca que "Andratx es el Macondo de Porcel y entre sus personajes destaca Joan de S'Almudaina, contrabandista". Pero la relación de Porcel con su pueblo natal está sembrada de minas. Todos recuerdan su afecto por Andratx y su generosidad: anulaba citas para aceptar cualquier petición que le hicieran. Su último acto, el 22 de mayo, fue para estar presente en el homenaje al padre de su ahijada, Margarita Porcel, que había sido maestro de tres generaciones. "Ya estaba mal, pero quiso estar aquí, como siempre que se lo pedían". Así lo ratifican todos, como Rafael Oliver Grammático, que fue jefe bibliotecario, durante quince años y ahora dirige la revista N'Ali, quien destaca como influencia de los temas de Andratx los estudios de Jaume Bover y de Fray Juanillo, Joan Batiste Ensenyat. Pero también todos ellos, nacidos en Andratx, subrayan que hay una historia de desafecto muy, según sus palabras, de pueblo aislado del Mediterráneo. "Muchos le paraban en la calle para decirle que le habían visto en televisión, pero nadie para comentarle sus libros o sus éxitos. De sus libros se vendían media docena"; dice Biel Thomas. "La gente aquí, excepto unos pocos, no leen", se queja Margarita Porcel, ceramista. "Hay mucha envidia y se olvida que cuando alguien se hace famoso, es necesario que se le reconozca. Mi padrino siempre me decía: "No hay que hacer caso" y pasaba de ellos". Algunos recuerdan su libro a favor de los xuetes (judíos conversos), le culpabilizan de que quitara la i de Andratx o les sentó mal que dijera que las comadronas andritxoles extraían los recién nacidos con un cercapous. Para Rafael Oliver, hay un conflicto con la generación de Porcel, nacido en la Guerra Civil en un pueblo de 5.000 habitantes: "Porcel era un niño solitario que prefería leer a jugar al fútbol y esa rareza no se la perdonaron los otros chicos, que imagínese cómo le martirizaban por ello". Basilio Baltasar, que lideró la protesta contra la urbanización de Sa Dragonera, a la que el escritor ayudó llevando incluso alimentos, cree que "Porcel era un personaje nietzscheano, pantagruélico, interesándose por todo, con una fuerza extraordinaria y un instinto innato de poder, de hacer las cosas por sí mismo, sin recurrir al consenso social o las componendas de grupo: tuvo que aprender a atacar y a defenderse a dentelladas".
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