15è. aniversari (1999 - 2014)
 
 

Documentació

Siempre auténtico

Article publicat a "La Vanguardia" el 03/07/2009 per Jordi Pujol

Baltasar Porcel ha sido un hombre, un intelectual y un escritor polifacético, caleidoscópico, de curiosidad y cultura universales. Por materias -literatura, pensamiento, arte, política…- y por el ámbito de su interés realmente global. Muy local y muy global. Antes de que se hablase de lo glocal - global y local-,él ya lo era y actuaba como tal.

Lo hacía no únicamente pero especialmente escribiendo. Ha sido un gran prosista. Para mi gusto Porcel y Pla han sido los dos mejores prosistas catalanes del siglo XX. Y a mi entender tenían otra cosa en común: buena parte de su potencia surgía de un hondo enraizamiento. Sentía profundamente la tierra. Su tierra. No importa que Porcel viviese en Valldoreix, él fue siempre un hombre de Andratx. De las tierras que describe en, por ejemplo, El cor del senglar. Sobre este telón de fondo Porcel nos ofrece relatos de una tremenda intensidad. Es el caso del recién citado El cor del senglar, desbordante de energía. O de Olympia a mitjanit, genial y brutal descripción de una decadencia fruto de la pasión y de la miseria humana. Muy distinto por ambiente y psicología de los personajes, pero que personalmente me hace pensar en otra novela de decadencia, Los Buddenbrook, de Thomas Mann, a mi entender una obra maestra. Porcel no fue sólo un literato. Ni cuando escribía. Fue también un analista político y social. Y un agitador. Y un orientador. Lo fue incluso en ocasiones en que no lo parecía. Por ejemplo, su libro sobre el Mediterráneo, extraordinario, Mediterrània, onatges tempestuosos, nos recuerda, por si lo hubiésemos olvidado, que somos mediterráneos y que buena parte de nuestro destino se juega en el Mediterráneo. El libro puede parecer una espléndida obra literaria, y lo es. Pero a continuación surge su propuesta de crear el Institut Català d´Estudis Mediterranis (hoy Institut Europeu de la Mediterrània) y una serie de propuestas de política mediterránea (con especial atención hacia el mundo árabe y sobre todo a Marruecos). Propuestas que tuvieron su papel en la Conferencia Mediterránea de Barcelona de 1995 y en el posterior proceso de Barcelona. Un intelectual y un literato. Y un hombre de ideas prácticas. Y un catalanista. A veces crítico, siempre auténtico y profundo. Ilusionado siempre y preocupado a veces. Si no hubiese sido así, no habría tenido la idea de impulsar en 1992 un estudio de prospectiva Catalunya a l´horitzó 2010, que hoy por cierto vale la pena analizar para saber dónde estamos. Todo esto vivido desde una gran independencia. Al margen de modas, dictaduras intelectuales y cofradías. No sujeto al pensamiento político e intelectual hegemónico, pero tampoco a ningún otro. Yo siempre vi en Porcel a un amigo. Un amigo no complaciente, no fácil. Un amigo sobrio. Pero un amigo. Le echaré de menos

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