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Documentació

"El ángel de mi libro es una mujer"

Entrevista publicada a “La Vanguardia” el 17/04/08 per Sergio Vila-Sanjuán

Hoy se pone a la venta la última novela de Carlos Ruiz Zafón, siete años después de la publicación de 'La sombra del viento'. Tras su lectura hemos mantenido una larga conversación con el autor, en la que comenta sus peculiaridades y las diferencias que la separan de su anterior best seller internacional.

-¿Por qué ha ambientado El juego del ángel en los años 10 y 20?


-Las cuatro novelas, relacionadas entre sí, que formarán la tetralogía del Cementerio de los Libros Olvidados transcurren entre el final de la Revolución Industrial y la segunda mitad del siglo XX. Es un período que me fascina porque representa un momento de gran promesa de la Humanidad. Tras siglos de oscuridad y miseria se produce un gran desarrollo de la ciencia, la tecnología, la escolarización, la medicina… parece que por fin la humanidad va a salir de la edad oscura, y en cambio la consecuencia es la mayor destrucción y el mayor horror de la historia de la humanidad en la segunda guerra mundial. Además ese periodo es casi una civilización desaparecida, un tiempo donde hasta casi los objetos más insignificantes aún se construían y se diseñaban para durar. Basta mirar las ropas, la arquitectura, el diseño, las mismas ideas… Creo además que el situar historias en una época diferente permite tratar mejor temas que, si se ubican en el presente, pueden quedar devorados por el contexto.



-La Barcelona de la época queda captada de una forma un poco lateral, a través de escenas de cabaret o reuniones de espiritistas...


-No quería hacer una novela social ni histórica, sino escribir un relato centrado en el conficto interno de un personaje y de lo que le rodea. El protagonista, David, muchas veces no sabe ni si su propia realidad es "real", de modo que los aspectos cotidianos del momento de algún modo le quedan muy lejanos. 



-Aparecen lugares que siguen en pie: los almacenes El Indio, el Set Portes, el bar Almirall, el Ateneo, la Biblioteca de Catalunya, el Casa Leopoldo…


-Por lo que respecta a la Barcelona "física", los elementos son realistas y la geografía esta escrupulosamente respetada, siempre y cuando el relato lo permita, porque en toda la novela hay una fuerte estilización y ciertos elementos de fantasía urbana, como ya sucedía en 'La Sombra'. He transformado alguno de los escenarios en función de la trama. A veces me he inventado una parada de tranvía donde no la había o alterar la ruta a un autobús. Licencias del novelista. Lo interesante es jugar con la ciudad como personaje y reinventarla sin perder el original de vista. Barcelona tiene buena figura y la sientan bien los vestidos de noche.



-En la novela tiene un papel importante la prensa de la época. ¿Qué le interesa de ella?


-Me interesaba la noción de que en aquella época todavía existía la conciencia de que la prensa, y el acceso democrático a la información, podían cambiar la sociedad. El periodismo se percibía quizás de una forma más idealista que hoy en día. Me gusta recopilar mucha información sobre la Barcelona antigua y encontré que en los años 20 y 30 se publicaban muchos diarios desperdigados, extraños voceros de distintos grupos. El que aparece en la novela, 'La voz de la industria' es un diario venido a menos que bien podría haber existido en aquellos días. En el relato el subdirector, una especie de mentor del protagonista, se irá a 'La Vanguardia', uniendo así la prensa de fábula con la real… Eran tiempos en que la palabra escrita podía tener más poder que el sable. Poco después tuvo que medirse con la moneda, y las cosas se clarificaron.



-Tras acabar La sombra del viento dijo que en su siguiente novela aparecería Gaudí. Pero en 'El juego del ángel' no sale el arquitecto. A cambio al protagonista casi le atropella un tranvia frente a la Sagrada Familia. ¿Es una broma privada?
-Es un guiño gaudiniano, supongo. Al principio pensé en utilizar a Gaudí de una forma muy lateral, pero enseguida lo descarté porque vi que era una idea muy kitsch. En la novela hay muchas bromas privadas que me hago a mí mismo, y otras mas abiertas que le hago al lector. El juego no sólo es del angel, sobre todo es del lector.



-Como en La sombra del viento, el protagonista es un joven sin madre. ¿Por qué su atención a este tipo de personajes?


-Es un tema que corre a lo largo de estas cuatro historias, la de personajes rotos y desamparados. 'La sombra' era una historia de redención, en la que un joven ayudaba a un hombre maduro y maldito a recuperar el sentido de su vida. 'El juego del ángel', en cambio, es la tragedia de un hombre que está roto desde el inicio, ya que ha perdido a su padre y luego a su madre de una forma aún más terrible. Las cartas que le sirve el destino le llevarán a enfrentarse a un dilema moral al que responde en buena medida intentando tratar al mundo del modo en que cree que el mundo le ha tratado a él. La pérdida de un padre o una madre es un elemento atávico en literatura, y El Juego del Angel vuelve a tomar esos elementos de la novela clásica del XIX para establecer el contexto de los personajes. 



-La sombra del viento era una historia de misterio que podía leerse en clave racional. Aquí ha dado el salto a una novela en clave fantástica. ¿Por qué?


-'La sombra' estaba construída a través de subtramas articuladas desde puntos de vista diferentea, y la gran historia surgía de la fusión que el lector hacía de todas ellas en su mente. Aquí el punto de vista es único y el arco narrativo es más firme. El narrador introduce sucesos que ni él mismo sabe si son reales o no, y la novela tampoco intenta explicarlos hasta el final para que el lector ate sus propios cabos. Hay diferentes niveles de lectura e interpretación. En esta ocasión he sido menos conservador que en mi anterior novela, y elementos narrativos que en 'La sombra' estaban contenidos aquí tienen mucha mas importancia. 



-En este sentido hay algún guiño a una novela de la que le he oído hablar bien en varias ocasiones, El corazón del ángel.


-Sin duda. Como la novela de William Hjortsberg ésta tiene muchos aspectos de 'thriller noir' en donde el protagonista que tiene que investigar un misterio en realidad no sabe a ciencia cierta lo que esta pasando. 



-¿Qué le atraía del tema del pacto sobrenatural?


-Es una buena metáfora para la historia del hombre contemporáneo; la vida en sí ya es un pequeño pacto fáustico. El que se plantea en el libro es un poco el que hacemos cada día con nosotros mismos al darnos cuenta de que las cosas no son como nos gustarían y debemos adaptarnos a esta realidad que no es benevolente. La corrupción o el compromiso del alma es en buena medida la historia de cada una de nuestras vidas y de nuestra relación con el mundo.



-El protagonista se convierte en un folletinista de grand guignol, como lo era Julian Carax en La sombra del viento. ¿Por qué su defensa de este género?


- Supongo que es una manera saludable de reírse un poco de las convenciones literarias, los esnobismos, la papanateria… Y de situar a David en un contexto en que se va a ver despreciado. El que trabaje en un género humilde lo transforma en un personaje mas divertido e interesante que si fuera un autor esnob, pedante e insufrible que gusta de mirar por encima del hombro al mundo y de darse ínfulas de exquisito. Un cretino raramente es un protagonista interesante. Es también la historia del narrador puro que escribe para vivir o sobrevivir, como los grandes de la literatura, desde Balzac a Dickens o Victor Hugo. Soldados de la pluma, sin más pretensiones ni pose que la de contar buenas historias mejor que nadie. Es un homenaje al escritor profesional, al oficio y a la integridad de la literatura a través de un narrador humilde y sin tonterías.



-El patrón tutelar de El juego del ángel es Dickens.


-Sí, su novela 'Grandes esperanzas' me da un juego constante. Y Dickens es un ejemplo perfecto de ese tipo de autor al que aludía.



-Aunque hay varios personajes desgraciados con un destino maldito, parece que ha querido inyectar más humor que en La sombra del viento.…


-Hay un poco de todo, yo creo que es interesante jugar con cambios de registro. En 'La sombra' se refieren muchas historias pasadas a través del relato en voz de diferentes personajes, en cambio aquí casi todo esta visualizado y dramatizado bajo una óptica más unificada. En otras palabras, las cosas transcurren delante de nosotros. Las vemos y las sentimos. En 'La sombra' el humor estaba concentrado en un personaje picaresco como Fermín Romero de Torres, que a un tiempo era la voz de la conciencia del libro. En 'El juego del ángel' el humor salpica a diferentes personajes, y al haber muchísimos mas diálogos es una herramienta narrativa más presente que en La Sombra.

-¿Qué le sugirió la escapada a Puigcerda? 


-Hacía tiempo que me rondaba la cabeza una premisa narrativa en la que el protagonista pierde a la mujer que ama y tiene que ir a buscarla a otro lugar. No tenía claro qué lugar podía ser, ya que debía adaptarse a la Barcelona gótica de mi trama. Finalmente utilicé el viejo Puigcerdà porque con sus grandes caserones y su lago encajaba perfectamente con otros escenarios de 'El juego del ángel', como la Villa Helius de Pedro Vidal.



-Pero ha dado al lago más profundidad de la que en la realidad tiene…


-Sí, se la he dado, lo he estilizado un poco para que sirviera al argumento. Tengo un departamento de efectos visuales que se toma sus licencias con las localizaciones de la historia. Todo sea por el drama.



-El papel femenino sube, el personaje de Isabella Gispert tal vez es la heroína zafoniana mas activa hasta el momento.


-Efectivamente hay más preponderancia. Al ser 'La sombra' la historia de un adolescente, las figuras femeninas se abordaban desde su punto de vista, más limitado, y en este sentido representaban un poco visiones más ingenuas el eterno femenino. En cambio aquí el tono general ligeramente mas oscuro viene de que el protagonista ya no es una adolescente, aunque intente resolver problemas que viene de su infancia y adolescencia de los que no se ha podido librar. Isabella es la heroína moral del libro, un personaje más complejo, visto ya desde la perspectiva adulta. En realidad ella es el verdadero ángel de la historia, su carta al protagonista es la que la ancla en la realidad.



- Tenemos nuevos datos sobre el Cementerio de los Libros Olvidados, como que fue construído sobre una antigua necrópolis y que, aunque empezado en el siglo XVIII, tuvo su gran crecimiento en el XIX..


-Poco a poco vamos avanzando y descubriendo cosas, pero hay muchas más por contar, en realidad aún no sabemos nada del Cementerio. Al final de la tetratología tendremos la historia completa.



-¿Para cuándo los volúmenes tercero y cuarto?


-No lo sé, he aprendido a no dar fechas. No creo con el libro siguiente tarde tanto, porque la difusión internacional será mas rápida y ahora ya sé cómo no quedar atrapado en determinadas cosas. Pero son novelas para mí complicadas de construir y llevan su tiempo. A lo mejor si instalo un procesador más rápido en mi cerebro la cosa mejora. La vida dirá.



-Como en todo buen Ruiz Zafón, El juego del ángel incluye un par de incendios que destruyen y a la vez regeneran…


- En mis libros siempre aparece el fuego como catarsis, el agua, la niebla, los efectos impresionistas, la visualización gótica. Me temo que es inevitable, la marca de la casa. No se puede cambiar.



-En algun momento escribe que cuando se trabaja en un libro lo importante es, cuando ya se tiene toda la información, olvidarla e ir a por su verdad emocional. ¿Cuál cree que es la verdad emocional de El juego del ángel?


-Ése es un diálogo entre Isabella y Martín sobre la documentación; él le dice que la verdad emocional no es la verdad factual sino una técnica para hacer honestos los elementos que surgen en la trama. Que los sentimientos, emociones e ideas que integran la historia sean reales e íntegros aunque sean ficticios, que no sean forzados ni vengan del cinismo o la pose.



-¿Cuál es su escena favorita?


-Quizás la final, que llevaba en la cabeza desde hace muchos años. Ata la historia de un modo inesperado y cierra la tragedia. Pero también me gustan otras, como las que suceden en casa de Corelli, en las que puedo jugar con la puesta en escena y utilizar todos los elementos de misterio y acción con los que me siento cómodo. Hay capítulos en los que he podido divertirme más, y otros en que por distintas razones tengo que limitarme o ser más austero.



-Una tía mía se llama Cristina Sagnier, quedó muy impactada cuando le dije que la protagonista de su obra se llama como ella.


-Hay muchas cosas en el subconsciente de la ciudad que salen cuando uno indaga en su pasado. Es lo que he hecho cuando trabajaba en 'El juego del ángel' y por tanto no es raro que aparezcan nombres y apellidos que son característicamente barceloneses. Barcelona siempre se busca a alguien para que cuente sus secretos más oscuros. 



-¿Le impresiona esa primera tirada de un millón de ejemplares?


- No sé. Se trata sencillamente de una cifra: es un millón como podría ser medio o cien mil, tanto da. Cada libro tiene su tirada, y no por ello cambia el libro, que es lo que importa. El libro es el libro, no el número de ejemplares que circulan.



-¿Cómo va el lanzamiento internacional?


-Ya se están cerrando la mayoría de los contratos. Como no se puede negociar con 50 países a la vez, mi agente ha trabajado por partes. Primero ha atado las ediciones en EE.UU., Alemania, Canadá, Reino Unido, Francia, Italia, Escandinavia, Latinoamerica y Australia. Etc... Toda Europa, America, Oceanía y muchos otros lugares ya estan cerrados. Ahora se trabaja con Asia y Europa del Este. La negociación va muy rápida, ya que sólo empezó cuando el libro estaba acabado. Quería que los editores interesados lo leyeran antes de contratarlo, no me gusta vender sin que el comprador sepa qué obra se lleva.



-¿Firmará en Sant Jordi?


-Sí firmaré. Como me he escapado los dos últimos años, esta vez, con libro nuevo, toca.

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