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Documentació

Adèle O'Longh lleva a un filme y un libro la atracción francesa por el Raval

Article publicat a “La Vanguardia” el 19/10/07 per Rosa Maria Piñol

La autora retrata con ternura y crudeza la destrucción del carácter del barrio

“Vivo en la parte baja del Raval, el chino, barrio degradado, incluso insalubre como ningún otro. En proceso de rehabilitación. Como dicen los arquitectos, los funcionarios del Ayuntamiento, los promotores y los urbanistas”. La frase pertenece a la novela De Beauchastel a Barcelona, de Adèle O'Longh, y da pistas sobre el tema del libro. O'Longh es una joven escritora y cineasta francesa que hace siete años aterrizó en Barcelona y residió durante un lustro en el Raval. El barrio la fascinó y vivió con tristeza los efectos de su transformación urbanística, que conllevaron desahucios de vecinos y amigos. De aquella experiencia surgieron

primero un filme, Desde mi ventana, y después esta novela, que ahora publica juntos en La Magrana. En un relato lleno de ternura pero que no ahorra la dureza al retratar la desaparición del antiguo barrio chino, O'Longh narra la convivencia en Barcelona entre una joven y su abuelo que, al enviudar, ha dejado su casa cerca de Marsella para ir a vivir con su nieta, una artista de vida desordenada. “Escribí esta historia, basada en parte en mis propias vivencias, cuando ya había filmado la película –explica la autora, formada en la École des Beaux-Arts de Marsella–. Fue durante los años 2001 y 2003, y entonces se estaba destruyendo toda la parte donde yo vivía, en la confluencia de las calles Sant Rafael y Robador. Poco a poco, la gente que yo conocía iba siendo desahuciada y los inmuebles iban cayendo. El paisaje cambiaba”. Un día, Adèle vio desde su ventana a un hombre mayor encaramado en un andamio que gritaba desesperado enarbolando un cartel en el que se podía leer No al desalojo. Ella le enseñó una cámara y el hombre le pidió por señas que lo filmara. Así empezó su película, que ella califica de filme-ensayo, “una mirada subjetiva a medio camino entre el videoarte y el documental”. “El Raval es un lugar de mucha miseria física, pero de una gran riqueza humana e intelectual, de muchas historias y de imaginación. Allí se conservaba una memoria viva de las historias, algomuyimportante para una ciudad, y aquello en parte se ha perdido”, lamenta Adèle O'Longh, que ha escrito teatro, guiones de cine, relatos y poesía. Es inevitable la alusión a José Luis Guerín y su documental En construcción, rodado más o menos en la misma época en que esta joven realizadora francesa filmó su película. “He visto el filme de Guerín y está muy bien, pero su enfoque es muy diferente del mío –dice O'Longh–. Él habla de construcción y mi película más bien podría titularse En destrucción porque habla de lo que va desapareciendo. Mi obra es mucho más pesimista”. En la novela, el abuelo le habla a su nieta de su historia pasada y de los seres queridos que ha ido perdiendo. “Esto mesirve como metáfora para explicar cómo van desapareciendo el antiguo barrio y sus historias”, explica la autora, que en su relato no sólo recrea el barrio del Raval y algunos de sus vecinos y comerciantes, sino que

también habla de la Barceloneta y otros lugares de la ciudad. “Mi intención no es directamente la denuncia –matiza la escritora–, sino dejar testimonio de lo que allí ha ocurrido, a través de la ficción literaria y del filme, que son complementarios pero a la vez tienen entidad entidad cada uno por sí mismo. Yo creo que se puede hablar mejor de la realidad a través de la ficción que en una crónica”. Adèle O'Longh, nacida en la región francesa de Ardèche, dice que siempre quiso venir a Barcelona (ahora vive en el barrio de Gràcia) y que nunca pensó en ir a París, que considera “una ciudad muerta, desde que en los años setenta las reformas urbanísticas aniquilaron la memoria viva de los barrios populares, como Belleville o la Bastille”. Y añade que “es una pena que en Barcelona se caiga en esos mismos errores”. La autora escribió su libro (que reconoce que puede leerse como “una declaración de amor hacia el Raval y la Barceloneta”) originalmente en francés, pero quiso que se publicara en catalán.

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