15è. aniversari (1999 - 2014)
 
 

Documentació

Recordando a Laforet

Article publicat al diari “ABC” l’11/02/07

El 28 de febrero se cumplen tres años de la despedida y el silencio final de la escritora Carmen Laforet. Asimismo, hace unos tres años que, desde la distancia, he continuado elaborando una tesis doctoral sobre su vida y su obra a través de su correspondencia. Esta tesis, que ahora se encuentra en su fase final y que lleva el título de «La obra epistolar de Carmen Laforet», ha sido dirigida y también inspirada por la profesora Anna Caballé, responsable de la Unidad de Estudios Biográficos, centro de investigación vinculado al Departamento de Filología Hispánica de la Universidad de Barcelona. La recopilación de datos durante estos años, en especial de sus cartas a sus más queridos destinatarios, me ha llevado por caminos inesperados, como Italia o California, además de España. Afortunadamente, he podido conocer a la mayoría de las personas que la novelista escogió como interlocutores de su escritura privada e íntima y disfrutar y comprender la atracción que sintió por ellos. Entre estos se encuentran Bernardo de Arrizabalaga, Emilio Sanz de Soto, Linka Babecka, Lola de la Fe, Paquita Mesa, Marion Ament, Roberta Johnson, Antonella Bodini, Ytho y Loli Parra, Francisco Rabal y Asunción Balaguer, Enrique de Ribas y Lino Britto.

Un análisis profundo

Gracias a la profesora e hispanista Roberta Johnson, hoy podemos contar con el fragmento de un capítulo de mi tesis que presentaremos a continuación y que fue precisamente el comienzo de una gran amistad y del epistolario que más adelante le dedicara Laforet. En 1976, a raíz de un encargo editorial para escribir un libro sobre la vida y la obra de la autora de «Nada», la profesora Johnson logra establecer contacto con la escritora, quien residía en Roma para entonces. Tras la primera de una serie de entrevistas en esta ciudad, comienza a escribirle unas notas y le entrega lo que le serviría de guía para la sección biográfica del libro que se publica en 1981 con el título de Carmen Laforet, que es hasta el presente uno de los análisis más profundos y valiosos sobre su obra literaria. Estas notas que le dedica a Johnson terminan siendo un texto de seis páginas mecanografiadas por la propia autora, que se convierten en narrativa autobiográfica y que hoy publicamos como escritura inédita de Laforet. Como documento, la autora expresa, siempre con humildad, modestia y discreción, lo singular, la intensidad y lo conflictivo de su trayectoria vital enmarcada dentro de un espacio de tiempo y un contexto histórico.

Lucha por retornar al oficio

Al igual que en sus cartas inéditas que he podido recuperar y analizar desde un punto de vista académico y que ya suman cuatrocientas, se descubre otra Laforet distinta a la que estableció el canon y la crítica literaria. En ellas encontramos las preocupaciones intelectuales de una mujer y su época. Es una escritora que también utiliza y disfruta la autobiografía, además de la novelística con la que se identifica desde un principio. En este tipo de escritura expresa su lucha continua por poder retornar a su oficio y satisfacer su vocación. Todo este material brinda un amplio terreno propicio para edificar una biografía extensa y comprensiva en la que he estado trabajando en línea paralela a la tesis doctoral. Carmen Laforet no dejó de escribir después de la publicación de «La insolación», en 1963. Además de sus novelas y cuentos, entre su escritura personal y sus artículos periodísticos, como los que publicó en ABC, que ya tengo preparados para su publicación, se encuentran otras facetas de escritora que no han sido exploradas al máximo y por las que observamos que la historia literaria ha sido un poco parca en su reconocimiento y valoración. Aparte de «Nada», hay mucho más de su vida y su obra que todavía no terminamos de descubrir y de recorrer, como veremos en el texto que aquí exponemos.

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