Documentació
El escritor Rafael Vallbona evoca el barrio del Raval en una novela y un poemario
El barrio del Raval y las gentes que viven en él son el "leit motiv" de los dos últimos libros de Rafael Vallbona (Barcelona, 1960), aunque tratados en cada uno de ellos en un registro distinto. Plaça dels Àngels, recién editada por Columna, es una novela que abre una trilogía urbana y contemporánea sobre la ciudad, mientras que Al Raval es un poemario que le valió al autor dos galardones: la Englantina d'Or en los últimos Jocs Florals de Barcelona y el premio Cadaqués a Rosa Leveroni. Vallbona dice que en Plaça dels Àngels ha intentado captar la ciudad periférica y "los anhelos, frustraciones, suertes y dramas de los personajes anónimos, que son los que hacen la ciudad". No es un melodrama ("eso lo dejo para la burguesía cultivada"), ni "un espectáculo de la miserabilidad", sino una especie de crónica "sobre la vida, sobre historias cotidianas". La novela tiene un punto de elegiaca, ya que contiene referencias a los cambios registrados en el barrio, pero no quiere ser nostálgica. "Tanto la novela como el poemario son fruto de una mezcla de experiencia vital y experiencia cultural -dice el autor-. Pisas a menudo aquel terreno, escribes sobre él en artículos, y vas haciéndolo tuyo. Yo no serviría para hacer ciencia ficción, necesito escribir sobre cosas que existen."
El libro está construido en gran parte a base de diálogos, recreados a partir de escuchar conversaciones. En la presentación de la novela, celebrada hace unos días en pleno corazón del Raval, el periodista Josep M. Huertas subrayó la facilidad de Vallbona "para captar lenguajes, tanto el hablado como el escrito", así como "su virtud de recrear escenarios, de preferencia con bares". Leyendo la obra, añadió Huertas, "te sientes próximo a la gente, la notas de carne y hueso".
Al Raval reúne 26 poemas que glosan "gentes, ideas, emociones, vida, paisajes y sensaciones". Son textos urbanos y vitalistas, sobre amores salvajes, alcohol y sexo furtivo, con evocaciones de la generación beat. En ellos se mezclan descripciones realistas con referencias culturales, de Lou Reed a Bertrand Russell. "Es un gran poemario, eminentemente lírico, pero eso sí, enmascarado de urbanita", escribe Marta Pessarrodona en el prólogo. "Un enmascaramiento que nos conduce al arrabal que de verdad, si somos sinceros, nos interesa, el arrabal de la mente."
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