15è. aniversari (1999 - 2014)
 
 

Documentació

Vallbona evoca a su inquieta generación en Ara que tinc quaranta anys

Article publicat a “El Mundo” l’11/09/02 per Titto Ros

Rafael Vallbona acaba de publicar Ara que tinc quaranta anys (Edicions 62), que es una «crónica sentimental» de la generación que, como él, nació en los primeros 60, vivió la muerte del Caudillo en su adolescencia, militó en partidos de izquierda, presenció muchos conciertos de rock, consumió drogas y que ahora está en la cuarentena.

Sentado en el primer bar con terraza del paseo del Born y tomando un gintónic, Vallbona recuerda una escenificación del Don Juan Tenorio que se celebró en el Tots Sants de 1976, en ese antiguo mercado que ahora tiene a la vista. «Pau Riba hizo de Doña Inés y aquel espectáculo duró tres días». Aún se ríe, recordando lo mucho que rió entonces. En 1976, Vallbona tenía 16 años y siempre ha sido un muchacho precoz. Cuando tenía 8 años, su familia dejó su Gràcia natal y se fueron a vivir a Premià. «Yo era de los que tenían que correr para coger el último tren nocturno... ¿Conoces la canción L'estació de França de Sopa de Cabra? Años más tarde, hablando con Gerard Quintana, le he dicho: 'Seguro que tú y yo coincidíamos allí fumando unos petas y cuando se nos había escapado el tren'». Vallbona partía su vida, sus juergas y sus encuentros culturales entre el Maresme y Barcelona, y aquí mucho se movió por el barrio de La Ribera. «Ves, allí se encontraba la tienda de cómics Zap 275 -señala desde la terraza del paseo del Born-.En aquella época se creó el Rollo Enmascarado, que aglomeraba a un grupo de dibujantes como Nazario, Pàmies... Este, creo que era el hermano de Sergi. Hum... Ya se lo preguntaré» (Sergi Pàmies hará la presentación del libro de Vallbona el próximo viernes).

«Todo muy deprisa»

Como tantos otros de su generación, Vallbona militó en partidos políticos desde muy joven. «Estuve en el PSAN y luego fui, casi, uno de los fundadores de Iniciativa». Entre militancia y conciertos de música -le arrestó la Guardia Civil en 1977 por enganchar un cartel de Quico Pi de la Serra-, Vallbona también encontró tiempo para casarse y tener una hija que hoy tiene 20 años. «Fuimos una generación que vivimos todo muy deprisa, por las urgencias históricas. Se murió Franco y nos creímos que todo iba a cambiar.No pensamos nunca que viviríamos una Transición... Creo que los de mi edad somos una 'generación perdida', es como aquella canción que decía 'demasiado joven para morir, demasiado viejo para el rock'n'roll'».

Si hubo un lugar emblemático en aquella época (primerizos 80) y que ahora es mítico, ése fue la discoteca Zeleste, la de la calle Argenteria. «Aquí nos encontrábamos todos», señala Vallbona ante una puerta cerrada de madera, y empieza a nombrar a gente de aquella época: Sisa, Oriol Tranvía, Jordi Sabatés, Secta Sónica (donde tocaba Gato Pérez) y Angel Casas, entre un largo etcétera...

El paseo por La Ribera ha sido intenso y lleno de anécdotas memorables.En Ara que tinc quaranta anys, Vallbona nunca utiliza la primera persona del singular («he tenido que hacer un esfuerzo de contrición»), su generación es la protagonista. Es momento para un segundo gintónic y en la conversación relajada sale el nombre de Bruce Springsteen. «No creo que vaya este año a su concierto. Ya no me dice nada. ¿Sabes cuál fue el primer concierto que vi? El de John Mayall en 1973 y lo único que me sabe mal es no haber visto nunca a los de Led Zeppelin. Dicen que vendrán los Black Crowes con Jimmy Page y eso no me lo perderé». Rafael Vallbona, demasiado joven para el rock'n'roll.

Tornar