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Documentació

Memorias de una infancia

Article publicat a “La Vanguardia” el 05/11/2003

El 19 de julio de 1936, Estanislau Torres era un niño de diez años. Desde esta perspectiva ha escrito el libro Quasi un dietari (Memòries: 1926- 1949) que dedica un capítulo central a la Guerra Civil. “En casa había un ambiente muy politizado, catalanista, de izquierdas. Sin querer, me vi metido dentro del problema. El Clot era un barrio de revolución, yo veía montar barricadas en la calle continuamente.” De esta época ha conservado una redacción (“Els aconteixements actuals”), y un dibujo, inspirado en los chistes de Tísner y Kalders de “L'Esquella de la Torratxa”, con una iglesia en llamas, un miliciano, un avión que bombardea la cruz gamada. Torres recuerda una proyección de la película “Héroes de la tachuela” de Stan Laurel y Oliver Hardy en la que el aviso de alarma de uno de los soldados protagonistas (“¡Las bombas de mano!”) coincidió con la aparición en la pantalla del cartel “Hi ha perill de bombareig”, cuando ya caían sobre Barcelona las primeras bombas. Los padres tenían una tienda, la única en el barrio del Clot que vendía juguetes para el día de Reyes, que a partir de 1936 pasó a llamarse “Diada de l'infant”. En sus memorias describe los juguetes bélicos que proliferaron tras la creación del Ejército Popular: una colección de soldados, tanques, ambulancias y aviones de cartulina en sobres sorpresa. Los niños jugaban con estos soldados utilizando como proyectiles “bales de pam i pet”. La batalla del Ebro forma parte también de los recuerdos de infancia de Estanislau Torres. “Mi padre tenía un mapa de Catalunya y seguíamos las evoluciones con chinchetas.” En 1971 publicaría uno de los primeros libros dedicados al tema (La batalla de l'Ebre), al que han seguido monografías sobre la caída de Barcelona, el Tercio de Nuestra Señora de Montserrat y la guía Indrets i camins de la batalla de l'Ebre

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