Documentació
La antesala del 11 de septiembre de 1714
Después de novelar la vida de la figura histórica de Francesc Macià, Alfred Bosch (Barcelona, 1961) nos sirve ahora la primera entrega de una trilogía centrada en la guerra de Sucesión de 1714. El primer volumen nos introduce en los manejos de las potencias europeas en la contienda por el trono español a la muerte sin descendencia del último Austria y nos deja en la antesala de la fatídica fecha de la caída de Barcelona, el 11 de septiembre.Pero, más que la historia en letras mayúsculas, lo que rápidamente toma cuerpo es el tono de aventura que le confiere el autor a través de la voz en primera persona (inevitable a lo que parece en la novela histórica que se factura ahora y aquí) del protagonista: un "agent especial" británico, claro remedo dieciochesco de un tal Bond, igual de licencioso y cínico que el personaje de Fleming, pero hacia el final del libro decantado hacia lo sentimental. Los capítulos que nos introducen en las cortes de Versalles, Viena, en la vida social y política de Londres, la captación de Sinclair como agente y su llegada a Cataluña para azuzar el descontento, las opiniones del espía sobre la sociedad catalana por lo que tienen de actual y no de comentario de hace casi 300 años, son de lo mejor del libro y demuestran la buena mano del autor en el manejo de la lengua y la descripción.
Pero este andamiaje resulta muy exiguo para aguantar toda una novela que, a partir de su ecuador, empieza a perder fuelle. La trama se afloja hasta deshilacharse y quedar reducida a resolver misterios secundarios que devalúan la potencialidad que contenía el personaje tal vez a la espera de recuperar el aliento en la próxima entrega. Otra cosa muy distinta es que algún día se hable sobre el alcance de la actual promoción de la novela histórica escrita en catalán más allá o más acá de crear un tipo muy determinado de lector. O consumidor (de libros).
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