Documentació
Memoria de la resistencia
La obra memorialística del abogado, escritor y político Maurici Serrahima (1902-1979) es un valioso documento sobre los años más duros de la clandestinidad. En especial su dietario en dos volúmenes Del passat quan era present, que abarcan el periodo 1940-1953. Ahora, con motivo del centenario del nacimiento del autor, Edicions 62 ha iniciado la reedición de la obra, cuya primera edición salió en 1972, aún bajo el franquismo. El primer volumen presentado anoche en el marco de un homenaje al escritor celebrado en la sede del Parlament tiene el interés añadido de recuperar muchos de los fragmentos que hace treinta años suprimieron los censores o la propia autocensura del autor.
4.000 PÁGINAS INÉDITAS
Tanto en este tomo, correspondiente a 1940-1947, como en el siguiente, el editor de los textos, Josep Poca i Gaya, ha realizado una doble revisión: ha restituido los trozos cortados (que el propio Serrahima pidió que se conservaran para “ser utilizados en una posible edición más completa”) y ha eliminado un conjunto de anotaciones referidas al pasado, reservándolas para la futura edición de un volumen dedicado a la etapa 1902-1936. Serrahima era un grafómano empedernido y en el Arxiu Nacional de Catalunya se conservan 4.000 páginas manuscritas inéditas de sus dietarios. El proyecto de Josep Poca es intentar condensarlas en otros dos tomos de 500 páginas cada uno. “Sería imperdonable dejar en el olvido este material tan valioso, que da fe del día a día de la clandestinidad: la Caputxinada, la manifestación de curas, los ‘fets del Palau’, el caso Galinsoga, la huelga de tranvías... todo está aquí documentado.”
“MINORÍA PROFÉTICA”
Serrahima, que se exilió en Burdeos tras pasar un tiempo en prisión por haber facilitado la salida de personas perseguidas por los anarquistas, fue, desde su regreso en septiembre de 1940, uno de los personajes más activos de la resistencia cultural. Hilari Raguer recuerda, en el prólogo del libro, que actividades como la creación del grupo Miramar, las sesiones de los Amics de la Poesia o las conferencias en el domicilio de Bonet Garí eran, en los años más duros de la clandestinidad, “verdaderos combates por la recuperación nacional”. Según el historiador, Serrahima pertenece a la “minoría profética” de los que “nunca renegaron de sus convicciones nacionalistas, que se negó a creer que ya no volverían más y (lo más meritorio) que se aplicó inmediatamente a trabajar para volver a empezar”.
EL PATRIOTISMO DE GAZIEL
Muchos de los fragmentos del dietario que Serrahima se autocensuró aludían a personas y situaciones “muchas de ellas bastantes delicadas” como para ser publicadas en plena época franquista. Otros fueron directamente tachados por los censores. Como un trozo en el que Serrahima hablaba de un discurso pronunciado por Gaziel en mayo de 1944, en la conmemoración de los Jocs Florals. Serrahima opinaba que el discurso había sido “pessimista, però vibrant d'amor al país. L'acaba dient que si el vaixell el país ha d'acabar per enfonsar-se, ell voldria ésser el darrer, a popa, al costat de la bandera, per a cridar, en el moment de desaparèixer sota l'aigua: ‘Visca Catalunya!’”.
COMPAÑEROS DE PARTIDO
Militante de Unió Democràtica de Catalunya, Serrahima se situaba en el ala más izquierdista de este partido. Se sentía especialmente afín a Pau Romeva, pero era más crítico con las actitudes de otros militantes, como Joan Roca i Caball (fundador del partido, como Romeva) y de Manuel Brunet, a los que alude en este fragmento que el mismo Serrahima se autocensuró: “Es tracta de veure què fa la gent d'UD. O, més ben dit, es tracta del recel d'en Roca i d'en Brunet per tot el que fem sense ells; no volen quedar al marge i, sobretot, no volen ésser menys; volen fer paper! Sobretot en Joan, que sent instintivament que a UD havia arribat a ésser personatge i que no ho serà enlloc més...”
SAGARRA, EN DEFENSA DE RIBA
Entre los personajes que desfilan por el dietario figuran Josep Benet, entonces joven agitador cultural y político, y J.M. de Sagarra, de quien Serrahima consigna una anécdota impagable: la reacción del autor de Vida privada ante la crítica que un contertuliano hizo de Carles Riba, su rival literario. “El Josep no deia res, i l'altre anava accentuant el to; de la crítica va passar gairebé a la burla. La cara d'en Josep esdevenia impenetrable, i jo veia venir la reacció... Efectivament: de sobte, va tirar el cap una mica enrera, va fer un gest amb la mà com per aturar la conversa i va dir un ‘Perdona!’ tan recalcat que l'X va callar esmaperdut. En Josep, aleshores, va dir: ‘Has de saber que en Carles Riba és un gran escriptor i un dels intel·lectuals més importants d'aquest país: potser, el més important que tenim. I que, a més, és un amic meu. I ja deus comprendre amb això que et dic que jo no puc tolerar que a casa meva ningú parli d'ell en el to en què tu n'estàs parlant...”
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