Documentació
Regás: «En ficción lo importante no es repetir la realidad, sino crear mundos»
La literatura nos ha legado maravillosos ejemplos de paraísos literarios nunca perdidos. Por ahí resopla la Yoknapatawpha, de William Faulkner; respira la Comala, de Juan Rulfo; se erige la Vetusta de Leopoldo Alas Clarín; resplandece en la imaginación la sierra Mágina de Antonio Muñoz Molina; emerge el mítico Macondo de Gabriel García Márquez y transita la Celama de Luis Mateo Díez. Son espejos en el camino, geografías de la realidad, paisajes «almados», tránsitos interiores. Rosa Regás, apasionada lectora de Joseph Conrad y conspicua relectora de Marcel Proust, rindió homenaje ayer a los paraísos literarios en la conferencia inaugural. Antes hablamos con ella:
La misión del escritor
-¿Qué son los paraísos literarios para un escritor?
-La misión de todo creador: crear un mundo propio. Porque en el universo de la ficción, en la literatura, lo importante no es repetir la realidad sino crear mundos propios, interiores, personales. Y una vez ahí no importa que el escritor se salte todas las leyes de la naturaleza habidas y por haber.
-¿Qué busca un escritor desde y en sus paraísos literarios?
-Narrar una historia, olvidar el paso del tiempo, recuperar la memoria, desde el paraíso de la infancia hasta los mundos más cercanos que todo autor desea.
-¿Cree usted que la literatura es un paraíso recuperado?
-Sin duda. La literatura es un gran paraíso recuperado.
-¿Cómo es su paraíso o su mundo interior?
-Poco a poco voy describiendo mi paraíso porque uno tiene dentro de sí un mundo que lleva dentro. Es un mundo de deseos, de apetencias, de adioses... Y también de amores, de desamores, de todo lo que hemos olvidado, de todo lo que seguimos reconstruyendo, de todo lo que permanentemente estamos buscando.
Los «desconocidos», los otros
-¿Todo escritor debe buscar paraísos literarios, perdidos, hallados, desencontrados o tallados en el olvido, o tal vez en «los otros» que habitan el interior de cada uno de nosotros?
-El escritor siempre está buscando esos paraísos. La literatura es la creación de un mundo propio; si no, no hay ficción. Algunos autores lo experimentan más que otros. Y le voy a dar algunos nombres de escritores que a mí entusiasman, que para algunos serán «desconocidos» y que han ido forjando una voz y un mundo propios. Le cito, por poner sólo unos ejemplos, a Olga Guirau, Pedro Molina Temboury, Alexis Díaz Pimienta, Jorge Franco... Todos ellos son capaces de crear un mundo propio, basado en un mundo real que trascienden.
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