Documentació
Valentí Puig: «La transparencia es algo que los lectores se merecen»
«Hay que acomodarse a la forma que hoy tenemos de vivir y de leer afirma el autor-. Así como la novela nos habla de la historia de la sociedad, quizás el cuento y el relato sirven para que habiten los individuos y sus conflictos más privados».
-¿Son relatos «reales»?
Para mí la literatura tiene algo de vivido: la imaginación se aplica a la experiencia para transformarla en literatura. No soy partidario de una estricta escritura de la imaginación, sino que creo que tiene que ver con lo que se ve. Transformarse incluso uno en personaje te enseña a saber cómo eres, te hace comprender la distancia que hay entre lo que querrías ser y lo que realmente eres.
-¿Practica un estilo invisible?
La transparencia es algo que los lectores se merecen. Hay el estilo finalista: el estilo por el estilo, y hay el estilo puente. Yo creo en el estilo puente, en el que lo que se busca decir y lo que se quiere que se entienda no están obstaculizados por una aparatosidad estilística. La pretensión no era alcanzar el «grado cero» de la escritura (que es algo distinto: la literatura sin vibración, sin adjetivo, sin afecto), sino una forma de transparentar la realidad, de manera que el lector reciba aquello sin los intermedios o los filtros del estilo.
-¿Está más cerca de la literatura anglosajona que de la francesa o de la hispanoamericana?
Bioy no es finalista en el estilo, lo sería Lezama Lima. También en la literatura francesa hay sequedad estilística, por ejemplo: en Stendhal. Por su parte, los autores de cuentos rusos -de Chejov a Nabokov- son maestros extraordinarios en esto. Pero la sequedad o la sencillez en el estilo seguramente provienen de los escritores anglosajones, porque la suya es una literatura que ha sobrellevado bien la carga del barroco:prácticamente no lo ha vivido. No se da un peso excesivo al estilo en la hora de relatar un cuento. Porque si éste predomina, entonces la agilidad, la capacidad de transmitir lo frágiles que somos a través de un escritura transparente se perdería. En la literatura del barroco no hay relato, porque el estilo se lo comía todo.
-¿Ironía mejor que sátira?
Supongo que los escritores comienzan por ser crueles con los personajes. Cuando se es más joven se mira a los personajes con superioridad, se les predetermina. prejuzga y manipula... como en la sátira. Con los años uno se retrae y se va a la ironía o al humor, formas más benignas de comprender los defectos del ser humano, las imperfecciones que son consustanciales a su naturaleza: al llegar a comprender, perdonamos. Los personajes se hacen más próximos, los queremos más y les damos una palmadita en la espalda al acabar el día, sin ningún paternalismo.
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