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Documentació

Palol sin medida

Article publicat a “La Vanguardia” 21/12/01 Julià Guillamón

Cinco volúmenes, un total de 1.350 páginas, dan forma desde El troiacord, la última novela de Miquel de Palol, al universo de uno de los escritores más audaces en lengua catalana, autor de obras como El jardí dels Set Crepuscles, Grafomàquia o Igur Nebli. El troiacord, que recupera personajes de El jardí, combina intriga, ciencia ficción, astrología, arte e incluso cine con una erudición muy personal. Concebida por su autor como un "juego", una veintena de personajes transitan por las páginas de la novela en diferentes direcciones. Todo un reto para el lector.

Muchos lectores, al hojear El Troiacord, se habrán preguntado por el significado del subtítulo. ¿Qué coño quiere decir "Doble cinta pentagonal a 20 sobre l'eclíptica en el Dodecaedre"? Se lo pregunto a Miquel de Palol: "Una cinta es una estructura narrativa. Doble quiere decir que se puede leer en dos direcciones. A veinte, porque hay veinte personajes. La eclíptica es la línea en la que se proyecta el plano de rotación de todos los planetas en torno al Sol". ¿Entonces la novela es como un sistema planetario? "No exactamente, El Troiacord es un juego, un modelo de pensamiento, un elemento al cual tiende la materia, y también la historia en sí, el libro."

¿Cómo ha llegado la literatura de Palol a este grado de complejidad y abstracción? A mediados de los años ochenta, los poetas de la generación del Mall se lanzaron a la novela, pero sólo Miquel de Palol y Maria Mercè Marçal culminaron sus proyectos. El Jardí dels Set Crepuscles se editó por vez primera en 1989. Tres volúmenes que se vendían por separado. Hubo pocas deserciones, las críticas fueron favorables. A los dos años, se publicó en castellano. Palol entró a formar parte del clan de Carmen Balcells. La novela se publicó en holandés, alemán e italiano -Einaudi- y de nuevo en catalán, en compacto.

El Jardí prefigura en muchos aspectos El Troiacord. La acción se desarrolla en siete días, a cada día le corresponde un narrador que se identifica con una estrella de la constelación de Orión y con un árbol del jardín simbólico del Palau de la Muntanya. Pero a diferencia de lo que sucede en El Troiacord, los elementos narrativos, tienen un peso fundamental en El Jardí. Historias sentimentales, de bandoleros y piratas, cuentos fantásticos, que elaboran múltiples variantes del tema del yo. Palol se presentaba como un gran constructor, pero también como un narrador excelente. Algunos lectores me han contado que la trama les atrapó hasta tal punto que no se separaban del libro y que lo leían en los semáforos.

En 1994 Palol publicó otra extensa novela, Igur Neblí, protagonizada por un caballero que lograba vencer el laberinto. A continuación caía en desgracia y acababa lobotomizado. La novela hablaba de la imposibilidad del heroísmo, la idea del juego adquiría una dimensión metafísica, a partir de Caballos desbocados de Yukio Mishima y El juego de los abalorios de Hermann Hesse.

El otro referente principal de El Troiacord es Grafomàquia, de 1993. Un cuaderno de ejercicios oulipianos, en el que Palol aplicaba la técnica del contrapunto musical. En Grafomàquia, el lector experimentó en todo su rigor una concepción de la literatura basada en presupuestos teóricos y matemáticos, sin concesiones a los géneros narrativos ni espacio para las emociones. Por sus páginas de complicados algoritmos desfilan muchos de los temas de El Troiacord. Alguna de las piezas se podría considerar un modelo a escala de las estructuras que ha desarrollado en la novela.

Entre Igur Neblí y El Troiacord Palol ha escrito varias novelas breves que se articulan formando un ciclo. Libros que se podrían considerar "alimenticios", con los que ha recibido adelantos, premios y mensualidades que le han permitido vivir sin más preocupación que la escritura. El mejor, L'Àngel d'hora en hora (1995), tiene como referencia las cartas del tarot, pero los elementos simbólicos son menos aparentes que en El legislador (1997) o Consulta a Ripseu (1997). El Troiacord es la summa de este universo.

Todas estas novelas abarcan un amplio periodo de tiempo, desde los setenta hasta el año 2025, cuando se celebra la reunión del Palau de la Muntanya. ¿En qué punto se sitúa El Troiacord?: "Este es un libro inmediatamente anterior a El Jardí dels Set Crepuscles. Algunos de los personajes de aquella novela tienen veinte años menos". ¿Algo así como el ?Episodio uno de la guerra de las galaxias?? "Sí, pero no lo digas mucho, no quiero pasarme los próximos veinte años oyendo hablar de la guerra de las galaxias" (Palol tiene clavado que, a pesar de la complejidad de sus referentes, se hable de él como de un autor de ciencia ficción).

Le comento que los mecanismos de composición de la música barroca (canon, fuga, ricercar) no parecen directamente aplicables a la literatura, que con tanto juego estructural queda poco margen para leer libremente. Palol opina todo lo contrario. "El juego literario por esencia es la interpretación: no hay un texto sino muchos. De acuerdo con esto, lo único interesante que se puede hacer es potenciar la ambigüedad y la polivalencia."

"Conceptual", "conceptualización" son palabras que aparecen continuamente en la charla. "Aquí el mecanismo de muñecas rusas no es narrativo, sino de grados de abstracción. La estructura es un emblema de la historia, la historia es un emblema de la ideología, etcétera." Todas estas cosas se explican en el libro en forma de discusiones -de despacho, de sobremesa, de cama- entre personajes que forman una especie de conciencia colectiva.

Pocos referentes

Al hablar de El Jardí se citaba El Decamerón, La mil y una noches y El manuscrito encontrado en Zaragoza. Esta vez no hay referentes conocidos. El Troiacord es una novela única en su género, casi una utopía literaria. El único modelo son las "sombras" de Giordano Bruno, que ponen en relación recuerdos y lugares. El testimonio más antiguo sobre el arte de la memoria -la historia de Simónides referida por Cicerón en "De oratore"- es uno de los argumentos de El Troiacord.

El teatro de la memoria de Palol integra la iconografía, la astrología, el arte, pero también elementos modernos como el cine. Hay una galería de accidentados que empieza con Faetón y acaba con Nino Bravo. La novela en sí es un modelo mnemónico que toma la forma del dodecaedro. Cada vértice tiene una frase que procede de la "Iliada", de la ética de Spinoza o del Apocalipsis. Se parte de uno de los vértices y se recorre la totalidad del dodecaedro cinco veces. Cada recorrido corresponde a un libro.

Para orientarse en este juego de autorreferencias, Palol propone seguir el índice o tener al lado el dodecaedro de cartulina que se entrega con el ejemplar. "Si monta la figura, el lector entenderá más cosas y se divertirá un poco más." "¿Tú crees de verdad que se divertirá?", le pregunto. "El concepto de diversión es esencialmente subjetivo -replica Palol. Partiendo de la base de que yo me divierto tremendamente escuchando las ?Variaciones Goldberg? y hay gente que se divierte tremendamente bailando samba, hay que poner bajo sospecha esta aseveración mía. En todo caso espero que no vengan a romperme la cara."

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