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Documentació

Article apregut a “El País” el 18/07/02 per Marta Aguirregomezcorta

Vázquez Montalbán asegura que todos llevamos una novela dentroTodo el mundo se ha contado a sí mismo la novela de su vida que espera ser revelada. Ésa fue una de las ideas que el escritor Manuel Vázquez Montalbán quiso ayer transmitir a los alumnos del encuentro La novela según los novelistas en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense. 'Y esa novela se hace a partir de la memoria y es un saber sobre uno mismo', aseguró el escritor.

Una seña de identidad es la cara oculta del mundo, según Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939). Y explicó que unos cuantos tienen la posibilidad de poner esa novela por escrito y también de modificarla y de falsificarla. Pero otros no. Otros cuentan con una 'gran desnudez' de lo que les ha pasado porque necesitan contarlo. 'Muchas veces, los escritores nos encontramos con personas que nos dicen: 'Si yo le contara mi vida, mi vida es una novela...'. Y es verdad, es una novela interiorizada que espera se revelada', señaló.

Y, entonces, preguntó: '¿Qué puede por tanto hacer la literatura?'. Buscar en la memoria, según el autor de El pianista, 'en ese almacén de datos, los recuerdos, las conductas, las gestualidades de los elementos que van a dar vida a una serie de personajes y a partir de ahí construirlos', dijo.

Porque la memoria es una pieza fundamental para la escritura. Aunque aseguró que, en otros momentos, puede llegar a tener un carácter 'más dramático'. Por ejemplo, en situaciones de dictaduras políticas. 'Esos regímenes autoritarios tratan de mutilar la memoria del perdedor'.

Compromiso

Por eso, Vázquez Montalbán, escritor de lucha, apeló al compromiso: el de recuperar esa memoria oculta para reivindicar la identidad usurpada, tanto individual como colectiva. Es decir, lo que hizo la literatura española a partir de los años cincuenta, la italiana en los últimos años del fascismo y la soviética a partir del deshielo, donde los escritores que se quedaron hicieron un gran esfuerzo por recuperar la memoria que se había ocultado.

Aun así, contó que, salvo situaciones históricas de crisis y límite, 'es perfectamente legítimo que el escritor falsifique su memoria, la manipule como si fuera una plastilina, para que le sirva literariamente'. Porque la verdad en literatura, afirma Vázquez Montalbán, 'es algo muy encerrado en el libro en el que se expone y no tiene porqué legitimarse con la verdad que queda fuera de los límites de ese libro'. Y para defender este argumento, el escritor residente en Barcelona señaló: 'Muy pocas veces un libro cargado de verdad llega a ser bueno a no ser que esa verdad esté perfectamente integrada dentro de un concepto superior de verdad literaria'.

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