15è. aniversari (1999 - 2014)
 
 

Documentació

Fiel a las ideas

Article publicat a “La Vanguardia” el 19/10/2003 per Rosa Regàs

Conocí a Manolo Vázquez en 1960, en la universidad, patio de Letras, en un tiempo en que la opinión pública llevaba décadas sumida en el oscurantismo más penetrante y espeso, donde no era que, como ahora, estuviera de moda menospreciar las ideas y el compromiso, sino que estaban castigados por ley. Y sin embargo, allí estaba Manolo, luchando por abrirse camino entre las prohibiciones para transmitir un pensamiento crítico sobre la realidad. De él aprendimos a recuperar nuestro pasado y nuestra memoria, él nos enseñó a leer entre líneas las noticias de los periódicos, fue él quien nos transmitió información privilegiada que nunca nadie supo de dónde sacaba y que poco a poco fue conformando nuestra conciencia política. Desde entonces en la vida de Manolo se sucedieron hechos familiares, políticos y profesionales. Estuvo en la cárcel, pero acabó siendo solicitado por editoriales y periódicos. Inventó un héroe de los barrios de Barcelona que ha dado la vuelta al mundo, ha escrito innumerables novelas, bellísimos poemas, lacerantes artículos, jocosas y agudas canciones y, sobre todo, ha asistido a cualquier acto de compromiso o ayuda que reclamara su presencia. Pero en un alarde de extraordinaria capacidad de trabajo e imaginación, ni un solo día ha dejado de darnos su opinión sobre esa realidad que durante los últimos cuarenta años se ha ido transformando hasta desconcertar a tantos luchadores políticos de antaño. Nunca perdió el aliento, porque desde siempre fue un hombre de ideas, y son las ideas lo que ha defendido y por lo que ha luchado mediante críticas, sarcasmos y soluciones que han provocado debates en la sociedad, cuando la sociedad hablaba de ideas, y en los individuos que aún siguen fieles a ellas. De su extraordinaria herencia, tal vez no sea lo más espectacular esa fidelidad a las ideas, pero sí es lo más original y posiblemente lo más eficaz y duradero. Quiero creer que una labor tan honesta y certera que ha durado tanto nos dará un día la flor y el fruto de la recuperación de nuestra conciencia política. Descansa en paz, querido Manolo, mi amigo del alma.

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