15è. aniversari (1999 - 2014)
 
 

Documentació

Manolo

Article publicat a “La Vanguardia” el 19/10/2003 per Jordi Borja

Perdona, Manolo. No te imagino leyendo complacido los cumplidos con los que estos días te vamos a obsequiar. Recuerdo la cara de susto que pusiste hace algunos años, a finales de los sesenta, cuando ambos conocimos a Pedro Altares y ese hombrachón simpático exclamó: “¡Manolo, eres como un padre para mí!”. Al salir de su despacho de "Cuadernos para el Diálogo" dijiste: “¡Cómo voy a ser padre de este tío enorme!”. Aunque ahora debieras estar ya acostumbrado, intuyo que los elogios deben de ponerte aún nervioso. Mi “jefe” en “La Vanguardia” me dice que hoy, sábado por la tarde, cuando en Tortosa recién me entero que no volviste de Bangkok, debo escribir sobre ti. ¿Cómo hacerlo de quien conocí a los 17 años, con el que discutí en el 59 o 60 si ingresábamos en el PSUC clandestino (lo que hicimos ambos entonces), con el que compartí las ideas y el compañerismo de aquellos años de entusiasmos y ansiedades? ¿Cómo evitar el narcisismo de hablar de uno con la excusa de hablar del otro? ¿Cómo escribir si tengo deseos de llorar? Paul Nizan ­estoy seguro de que te gustará que lo asocie contigo escribió refiriéndose a los terribles años treinta: “Teníamos 20 años y no dejaré a nadie decir que fueron los mejores años de nuestra vida”. Es cierto, pero también lo es que fueron nuestros 20 años, y que hay que agradecerte que a lo largo de casi medio siglo no hayas abandonado el lugar en el mundo y las ilusiones de entonces. Transformando el mundo, como decía Marx, y cambiando la vida como Rimbaud. Probablemente lo hayas escrito tú alguna vez. En estos tiempos de ideas débiles, gracias por tu literatura y tu ejemplo fuertes. El “jefe” me dice que escriba algo sobre tu relación con Barcelona, la ciudad en tus obras. Sinceramente, ahora no puedo. Tus Barcelonas reconcilian con una ciudad que demasiadas veces ha ofrecido sólo su imagen autosatisfecha. Hace unos meses te invitaron a un encuentro en la Universidad de Londres sobre nuestra ciudad. No podías ir y propusiste que fuera yo en tu lugar. Me pareció que titular la ponencia “La tentación del parte temático” podía gustarte. La semana próxima quería proponerte que presentaras un libro, La ciudad conquistada, título tomado de otro autor que compartimos, Victor Serge. Otra vez será. Pero si es cierto que las ciudades tienen los escritores que se merecen, entonces sí, Barcelona puede sentirse orgullosa del escritor y ciudadano Manuel Vázquez Montalbán.

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