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Documentació

Muere J. A. de la Loma, director de “Perros callejeros” y “El Vaquilla”

Article publicat a “La Vanguardia” el 07/04/04 per Lluís Bonet Mújica

Aunque artífice de coproducciones como “Jugando con la muerte” (1982), rodada en Barcelona y donde tuvo a sus órdenes a figuras como George Peppard, Max von Sydow, Maud Adams o Chuck Connors, José Antonio de la Loma, que ayer falleció en Barcelona a los 80 años, devino productor director de éxito gracias a sus sagas sobre jóvenes delincuentes. Fueron los casos de “Perros callejeros” (1976), donde ya aparecía Ángel Fernández Franco “el Torete”, a la que siguió “Los últimos golpes de El Torete” (1980), “Perros callejeros II” (1983) o “Yo, El Vaquilla” (1985), de nuevo con Juan José Moreno Cuenca, alias “el Vaquilla”, fallecido de cirrosis en diciembre del pasado año, a los 42 años. Nacido en Barcelona el 4 de marzo de 1924, José Antonio de la Loma Hernández estaba más orgulloso de sus años como maestro nacional en escuelas del barrio chino barcelonés que por su trayectoria cinematográfica posterior, que le reportaría fama y un dinero que volvía a reinvertir en coproducciones. Aficionado a la escritura, fue autor de una novela de tono neorrealista sobre la Barcelona de los bajos fondos que él tan bien conocía por su labor docente, Sin la sonrisa de Dios, y, en 1957, inició su carrera como guionista, colaborando en la adaptación al cine de la obra de Àngel Guimerà La hija del mar, que dirigió Antonio Momplet, con el portugués Virgilio Teixeira al frente del reparto. Luego, De la Loma cubriría casi todas las facetas de la profesión, trabajando también como montador, productor y director. José Antonio de la Loma fue una figura atípica en una cinematografía como la española que conoció una aparente gloria al amparo de las coproducciones que entonces se rodaban aquí. Se inició como director con algunas coproducciones con Italia y Francia, con títulos como “Las manos sucias” o “Vivir un largo invierno”, para luego especializarse en coproducciones europeas consagradas al cine de acción: “Misión en Ginebra” (1967) o “El magnífico Tony Carrera” (1968). Entrevistado en 1995 por “La Vanguardia”, De la Loma explicaba que fue el legendario Ignacio F. Iquino quien le ofreció la primera oportunidad en el cine. “Un día me pidió que acabara una película. Tenía una noche. Y lo hice.” Con una filmografía de casi cuarenta películas como director, José Antonio de la Loma dirigió a estrellas como Anthony Quinn en “Pasión de hombre”, con exteriores filmados en 1988 en Roses. En 1996 dirigió su último filme, “Tres días de libertad”. Sobre el Vaquilla, el cineasta había declarado: “Mi mujer y yo le queremos como a un hijo. Lo defiendo a capa y espada, desde este lado de la ley. He estado a cargo de su contabilidad todos los años que lleva en la cárcel, desde que rodamos ‘El Vaquilla’. Y no ocultaré que me ha decepcionado un montón de veces, las mismas que lo he perdonado”. Y añadía: “Le pierde su notoriedad”.

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