Documentació
Loperena reconstruye en su primera novela la huelga de tranvías de 1951
El abogado Josep Maria Loperena, cuyo nombre ha ido ligado a tantos procesos judiciales en defensa de la libertad de expresión, ha decidido, mediados ya los sesenta, lanzarse a la aventura literaria, convencido de que “cambiando de actividad alargas la vida”, aunque él compaginará ambas dedicaciones. El autor presentó ayer su primera novela, La casa del fanalet vermell y anunció un plan ambicioso: completarla con otros tres libros que formarán una tetralogía sobre la Barcelona del último medio siglo. La casa del fanalet vermell mezcla realidad y ficción y toma como marco histórico la movilización ciudadana que supuso en Barcelona la huelga de tranvías de marzo de 1951 y la posterior huelga general. En este escenario, el autor narra la historia de Elvira, una joven gallega que llega a Barcelona para abortar pues ha sido objeto de una agresión sexual en su pueblo. Aquí conocerá a Dionís, un militante del PCE implicado en la preparación de la huelga, con quien descubrirá el amor y el compromiso político antifranquista. La pareja vivirá en un piso junto a un meublé del pasaje de la Verge (el Miami, que sería clausurado en 1971 por orden judicial) en cuya entrada hay un farolillo rojo. “La huelga de tranvías fue la primera gran movilización popular y ciudadana. La segunda fue hace pocos días frente a las sedes del Partido Popular dijo Loperena. La diferencia es que en los años 50 no había móviles ni internet para convocarla. Entonces funcionaban el boca a oreja y las octavillas.” El autor ha recreado con exactitud los acontecimientos históricos, basándose en la bibliografía existente, sobre todo el libro de Fèlix Fanés La vaga de tramvies de 1951 y los artículos publicados por él mismo y por Hilari Raguer en “La Vanguardia” sobre este episodio . “He procurado el máximo rigor desde el punto de vista histórico, y en este sentido me confieso deudor de los trabajos existentes, que por cierto no son muchos. Pero también he intentado escribir un relato ameno”, señaló Loperena. Junto a los personajes de ficción, aparecen en la novela muchos personajes reales que tuvieron protagonismo en aquellos momentos, como Antoni Gutiérrez Díaz, Julián Grimau, Santiago Carrillo,Octavio Pérez-Vitoria, Carlos Barral y José Agustín Goytisolo, y el propio Hilari Raguer (que fue uno de los detenidos como presunto cerebro de la organización de la huelga y sería apodado “el Tramvies” por los presos de Montjuïc), entre otros. También aparece la vedette Carmen de Lirio, a quien Loperena dedica la novela. “En aquellos momentos dice Loperena corría el bulo de que Carmen de Lirio tenía un idilio con el gobernador civil Baeza Alegría. Ella lo niega. Y es posible que lo hiciera correr la Falange, un sector de la cual estaba a favor de la huelga porque iba contra Baeza. El gobernador había perdido credibilidad entre algunos dirigentes falangistas del sector crítico, que le atribuían ciertas operaciones corruptas.” El autor, que tenía doce años en 1951, recuerda que “había nervios en casa, no me dejaban ir al colegio y desde el balcón veía las movilizaciones de la gente”. También recuerda haber visto octavillas que aludían a la revuelta con títulos de filmes de la época: “Pacto de silencio” (la prensa), “Murieron con las botas puestas” (ataque a los “grises”) o “El último refugio” (la cochera de tranvías), entre otros. Loperena que es ponente de la querella presentada contra Aznar en el Tribunal de La Haya por su intervención en la ocupación de Iraq dijo que esta novela es cronológicamente la segunda del cuarteto que planea. La primera tratará de los años 40, la tercera, en la que ya trabaja, se titulará Ulls de vellut y abordará “las matanzas de maquis de 1956”, y la cuarta tratará de la transición.
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