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Documentació

García Espuche recrea la Barcelona del XVII a través de la mirada de un notario

Article publicat a “El País” el 31/01/02

Es un libro raro. Eso lo reconoce con orgullo el autor, Albert García Espuche, y lo corrobora el editor, Xavier Folch, quin explica que no ha sido fácil encajar en una col·lección un libro sobre historia que no es novela, ni ensayo, ni crónica. Todo lo que se explica en El inventario és verídico, nombres propios incluidos, y se ha extraído de los legajos de Francesc Lentisclà y otros notarios de la época que se conservan en diversos archivos notariales. García Espuche se apoya en ellos y en la historia del caballero Lentisclà para realizar un retrato literario de la sociedad barcelonesa de mediados del siglo XVII, centrándoses en los 12 años, entre 1640 y 1652, en que Cataluña dependió de la monarquía francesa.

Fue una época en la que, como cuenta García Espuche, la ciudad vivió el drama de la guerra, el hambre y la peste, pero al mismo tiempo la vida cotidiana seguía su ritmo. “La gente sigue viviendo, haciendo el amor...”, explica el autor, quien considera que de esta historia “se extraen lecciones universales sobre el hombre, sus cobardías y pasiones, que lo alejan de la historia local”.

La acción del relato se concentra en el barrio de la Ribera, que en el siglo XVII era el centro neurálgico de la ciudad y que, tras la derrota en la guerra de Sucesión, fue destruido en gran parte para construir la Ciudadela. García Espuche reconstruye en su libro aquella Barcelona derruida, que ahora está volviendo a emerger en parte en las excavaciones que se están realizando en el interior del Mercat del Born.

García Espuche, director de exposiciones del Fòrum 2004, es a la vez arquitecto e historiador, y en el libro estas dos facetas se unen para mostrar un fresco de la sociedad y la estructura urbana de la ciudad en una época que ya había abordado en el libro Un siglo decisivo. Barcelona y Cataluña 1550-1640. En El inventario se combinan la historia épica y la vida cotidiana a través de un personaje, el notario Lentisclà que, como explicó el historiador Ricardo García Cárcel en la presentación del libro, “es la antítesis de los típicos héroes de las novelas históricas”.

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